miércoles, 27 de enero de 2010

Rosario puticlub, de Larralde a Dean Funes



Tiempo sobre el tiempo, la lentitud que permite a la máquina permanecer.

No son tiempos de hombre, son viajes incomprensibles que no terminan ni comienzan, luego la lentitud. Es por eso que todavía estoy viajando.
En la dirección de las vías, y con un tamborileo metálico que se hace eco desde los vagones precedentes acabándose en las vías. Con el planterío se alargan los rieles, se tuercen o se clavan dolorosamente en el horizonte. O en la oscuridad plateada y doble del ultimo vagón de la formación, dibujan como un fulgor pecaminoso el camino de regreso.